Empezaremos por decidir el color de las paredes. Le da mucho dinamismo que no todas las paredes tengan el mismo tono. Una buena opción es combinar papeles pintados con pintura, o colocar vinilos para destacar alguna de las paredes. Los chicos optan por azules oscuros, rojos intensos, o verdes, las chicas prefieren los morados, lilas, turquesas, fucsias o naranjas.
En cuanto a los muebles, el blanco es una muy buena opción para las chicas. Combina a la perfección con cualquier color y crea un ambiente relajante y limpio. Para chicos podemos optar por muebles más oscuros, en tonos ceniza, chocolate o wengué, crearan un espacio muy masculino y con personalidad.
Los muebles a colocar dependerán de las necesidades de cada uno y del espacio del que dispongamos. Además de una cama y un armario, necesitan un cómodo escritorio, si es posible bajo la ventana para aprovechar la luz natural, una librería donde colocar libros, cd’s, cómics, revistas… una mesita de noche, una cómoda, etc. Si además necesita mucho espacio de almacenaje, colocar cajones bajo la cama es una buena solución.
Por último es importante escoger todos los textiles que van a ir en el dormitorio conjuntados. Alfombras, sabanas, fundas de nórdicos, cojines, cortinas… Deben ir en la misma gama de colores y coordinados con el tono de las paredes.
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