viernes, 19 de noviembre de 2010

Cómo tener un dormitorio más luminoso

Uno de los caballos de batalla de los decoradores es conseguir que en una estancia haya luz suficiente para poder desarrollar las actividades propias de una manera cómoda. En mi caso, es fundamental estar en lugares luminosos en los que poder leer el máximo tiempo posible sin tener que encender luces (vaya, cada uno tiene sus manías).

Sobre todo en los dormitorios infantiles, que haya luz es fundamental ya que los niños pasan muchas horas en ellos leyendo, estudiando o jugando. Así pues, veamos algunas técnicas que se pueden llevar a cabo para que los dormitorios tengan más luz:

1. Pintar las paredes de colores claros. El blanco será el mejor pero también funciona con colores pastel aplicados de manera muy suave.

2. Elegir algún tipo de cortina muy sutil, tipo visillos, para utilizarlos durante el día y tener persianas para la noche o algunas cortinas espesas que no dejen pasar la luz.

3. Poner atención a los textiles. Una textura rugosa (tipo terciopelo) la luz tiende a ser absorbida y da más sensación de oscuridad. En mi caso, elijo tejidos naturales como lana, lino o algodón.

4. No recargues el espacio. Una cama con canapé quita más luz que una cama con patas y algunas cajas con ruedas que se pueden ocultar debajo. Vais a tener que estimar si necesitáis más el espacio de almacenaje o la luz.

5. Coloca los puntos de luz en lugares estratégicos para tener un refuerzo en los lugares donde haga falta: en la mesilla, en la mesa de estudio o sobre la zona de juegos si es un cuarto infantil. Es preferible tener varios puntos de luz que una luz uniforme y muy potente en el techo, ya que esta no es muy acogedora.

6. No interponer muebles en las zonas de entrada de luz natural.

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